Sunday, March 31, 2013

Mar | 31 | ¡De mosquitos, camellos y conos de nieve!

LIBERTAD

Mateo 23:24
¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito pero se tragan el camello.

¡De mosquitos, camellos y conos de nieve!


¿Me permiten compartir con ustedes algunas de las interesantes leyes del hermoso Estado de Kentucky? Por ejemplo, ¿sabían ustedes que es ilegal que un hombre compre un sombrero a menos que su mujer esté con él? También en Frankfort, Kentucky, está absolutamente prohibido dispararle a la corbata de un policía; y en Lexington, ¡es ilegal llevar un cono de nieve en el bolsillo! Es extraño, lo sé, pero al menos podemos estar agradecidos de que la ley estatal de Kentucky todavía insiste en que “Todos deben tomar un baño, al menos una vez al año”. ¡Puaj! A pesar de todo, mi ley preferida, entre todas, es la que dice: “Dentro de este estado, no se permite a ninguna persona del sexo femenino mostrarse en ninguna carretera vistiendo traje de baño, a menos que sea escoltada por dos oficiales o que esté armada con un garrote”. Aún más loco que esto es una modificación a esta legislación, que dice: “Lo estipulado en este proyecto de ley no será aplicable a personas del sexo femenino que pesen menos de 40kg., ni a las que superen los 90kg., y tampoco será aplicable a las hembras equinas”. Extraño...¿no lo creen? Les aseguro, no obstante, que la gente de Kentucky es dulce y amigable. Sin comentarios.

Me parece que sería fascinante buscar los orígenes de estas legislaciones. Después de todo, si dejamos de lado la parte ridícula, ¡estoy seguro de que debió existir una buena razón para dictar una ley que prohibía llevar conos de nieve en los bolsillos! Recientemente alguien me dijo que los ladrones de caballos (Kentucky es tierra de caballos) en otros tiempos, hacían que los caballos de raza dejaran sus campos y los siguieran hacia adentro de un remolque para caballos, previamente preparado, ¡poniendo un cono de nieve en sus bolsillos! “¿Que qué estoy haciendo, oficial? ¿Quién? ¿Yo, robar un caballo? No señor, ¡la bestia simplemente me siguió! ¿Qué quiere usted decir con que: ‘qué tengo en mi bolsillo?’”

Esposos, padres, esposas, capataces, supervisores, líderes de grupo, entrenadores, no importa quiénes seamos, somos hacedores de leyes de una u otra forma. Si no las hacemos para otros, ciertamente las hacemos para nosotros, y ¡ay, Señor! ¡qué yugo tan pesado llegan a ser a veces! ¡A veces parecen yugos de hierro! Amigos, seamos cuidadosos de no restringir nuestra libertad. Abandonemos todas esas reglas que hemos hecho para otros y para nosotros mismos y que, al igual que en el gran estado de Kentucky, en realidad, ya no tienen sentido. ¡Seamos cuidadosos también de no agregar nada a las Escrituras! ¡Quitemos estas maldiciones de nuestras propias vidas y de la constitución de nuestras iglesias y tengamos cuidado de no vivir en el lado oscuro de las cosas insignificantes!

Medita: “Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es fácil y mi carga es ligera.” Mateo 11:29-30

Ora: Señor, ayúdame a no fijarme en insignificancias como el colar el mosquito mientras me trago el camello, para que al final, yo pueda danzar con Tus cargas, que son ligeras. ¡Amén y amén!

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